sábado, 30 de noviembre de 2019

La industria ladrillera impulsa un modelo productivo sostenible para la vivienda



Por la Lic. Eugenia Ctibor, presidente de CICER

Desde una mirada comprometida con lo social y a largo plazo, cabe destacar que nuestro país debe buscar soluciones productivas para revertir el déficit habitacional, que se acentúa año a año y alcanza a más de tres millones de habitantes. 
La industria ladrillera argentina viene trabajando desde hace años para proporcionar soluciones sostenibles a esta problemática, con una visión integradora abarcando los aspectos económicos, ecológicos y sociales.


La Cámara Industrial de Cerámica Roja -CICER- , al tener un alcance federal es el único grupo industrial que puede brindar la capacidad productiva suficiente para satisfacer un Plan Nacional de Viviendas. 
En efecto, las 17 empresas que integran la Cámara con 26 plantas industriales en el país, producen 500.000 toneladas de ladrillos al mes, lo que permitiría construir en este periodo cerca de 50.000 casas Procrear. 
Además la construcción húmeda favorece la autoconstrucción o la ampliación en etapas. 
La sostenibilidad de este sistema basado en la cultura constructiva más arraigada de los argentinos, impulsa también la generación de empleo, ya que el sector incluye a más de 9.000 personas pero además cada ladrillo que sale de una planta industrial motoriza un sinnúmero de trabajos para las economías regionales, desarrollando toda la cadena de valor local.


Sólo en los últimos cinco años, la industria ladrillera ha invertido más de 100 millones de dólares en tecnificación, esto se funda en el compromiso de todos los socios de la Cámara con el desarrollo de una industria intrínsecamente sustentable y con productos que aumenten la eficiencia energética de los edificios. 
Por ello, el más reciente hito industrial es el lanzamiento del ladrillo termoeficiente DM20, que representa un nuevo estándar de producto y cumple con las legislaciones más exigentes en materia energética del país, como la Ley 13.059 de Provincia de Buenos Aires. 
Los nuevos ladrillos huecos termoeficientes DM20 generan envolventes que permiten ahorrar hasta el 40% en la tarifa de gas y electricidad, al disminuir los consumos en calefacción y aire acondicionado. 
Mientras que al momento de construir, la inversión en aislación térmica es sólo de un 2 a 3% mayor, este costo adicional en el presupuesto se amortiza directamente mediante un menor gasto verificado en la compra de equipos de climatización y costos de servicios. 
La eficiencia también se logra con un espesor de muro de solo 20 cm que genera un mayor rendimiento de la superficie cubierta de los edificios. 
Este nuevo desarrollo tecnológico acompaña las crecientes exigencias en materia de eficiencia energética en la construcción, cumplimentando las normas constructivas que pregonan el ahorro energético a través de diferentes ensayos en laboratorios nacionales e internacionales.


En materia ambiental, el ladrillo hueco un sistema constructivo natural y sostenible, respetuoso con el medio ambiente y que interactúa con el entorno de forma amigable. Su sencillez de utilización y sus innegables propiedades hacen de los materiales cerámicos los más adecuados para la construcción sostenible. 
Desde lo económico el sistema constructivo de ladrillo hueco es líder porque logra una óptima ecuación costo-beneficio con productos duraderos que generan un ciclo de vida garantizado de más de 100 años, durante cual el mantenimiento resulta ínfimo. 
Además, la propiedad en ladrillo es considerada por el mercado como una sólida inversión, porque no se desvaloriza con el paso del tiempo y logra el mejor valor de reventa a futuro. 
Por ello es el sistema más arraigado en nuestro país y el más elegido por desarrolladores, arquitectos y constructores.


Esta integración de atributos ecológicos, económicos y sociales del modelo productivo del ladrillo hueco, es una de las razones que le permite sostener en el tiempo una participación en el mercado del 90%. 
Si bien el ladrillo hueco es el sistema de construcción más elegido contando con mano de obra capacitada y provisión de materiales en todo el país, aún hay espacio para crecer y ratificar la presencia en el mercado con productos de calidad y nuevas soluciones adaptadas a las demandas actuales. Los productores del sector están permanentemente invirtiendo en nuevas tecnologías robotizadas para la mejora de los procesos productivos, optimización de la eficiencia energética y desarrollo de nuevos productos que beneficien a los usuarios. 
La visión de las industrias nucleadas en la Cámara Industrial de Cerámica Roja es el desarrollo de soluciones que impulsen la construcción sostenible y por ello, el modelo productivo que mejor se adapta a las demandas de esta nueva etapa y al futuro de la construcción es el del ladrillo hueco. 
Más información www.evolucionladrillo.com






ACERCA DE CICER

La Cámara Industrial de Cerámica Roja –CICER- reúne a 17 fabricantes de ladrillos huecos, todos ellos con empresas de capital nacional, que están distribuidas en 26 fábricas todo el país y emplean a cerca de 25.000 personas.
Estas empresas han invertido más de 100 millones de dólares en los últimos cinco años para la adquisición de tecnología de punta incluyendo equipos robotizados y nuevos desarrollos de productos como los bloques termoeficientes.
Más información en: www.evolucionladrillo.com

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